Desde muy pequeña caminé en el mundo espiritual.
Viví heridas emocionales con mis padres que luego repliqué en mis relaciones de pareja.
Después de varias experiencias cercanas a la muerte, muchas relaciones conflictivas y una vida sin propósito, me di cuenta que repetía patrones familiares: separaciones, enfermedades, quiebras, etc.
Mi alma siempre supo que era capaz de sanarse, solo tenía que recordar el camino de regreso, entonces seguí las pistas que yo misma había dejado en el camino: volví a conectar con los ángeles y el reiki , conocí la sanación de los Registros Akáshicos. Viajé a lugares sagrados y me volví terapeuta.
Me sacudí, me limpié las rodillas y seguí profundizando en mi proceso de sanación y en el mundo terapéutico.
Estudié entonces los registros akáshicos, experimenté las medicinas ancestrales y finalmente llegué a mi destino: la sanación emocional a través de compartir la propia medicina que cree: la Terapia de Biosistémica Ancestral.